¿Cómo abordar el conflicto siendo un individuo inocente?

(La Inocencia como Método Eficaz en la Resolución de Conflictos Interpersonales)

Uno de los rasgos más interesantes de la vida es su impredictibilidad. Nos encontramos frente a un conflicto tras otro, y nuestra naturaleza suplica por hallar soluciones que nos aparten de la aflicción. Resulta que no podemos pasar del conflicto, pero sí que podemos trabajar para reaccionar apaciblemente.

He aquí algunas alternativas especiales, y con solo un requisito: Mantener el corazón abierto.

Iniciemos con un recordatorio. El ser inocente sabe reconocer su vulnerabilidad, aceptarla y manifestarla. Podemos sentirnos incómodos y temerosos ante el conflicto, pero los animo a tomar un solo paso con valor, que nos lleve a actuar abiertamente. Tomar la iniciativa en la discusión con coraje, y siempre tener en cuenta que, como seres inocentes, debemos preservar nuestra paz mental para aportar asertivamente al conflicto.

Entendamos que a través de la inocencia actuamos con compasión. Y esta es la mejor respuesta ante el sufrimiento emocional ajeno. Al mostrarnos compasivos no exteriorizamos pena ni incomodidad. Mas bien reconfortamos al corazón dolido, arrastrando la empatía con nosotros a través de palabras, gestos o acciones benevolentes. Es así como nos sometemos a la mejor experiencia humana: La conexión Real. Esta funciona especialmente bien lidiando con el conflicto, ya que lo emblandece y armoniza. Inmediatamente, abre las puertas al dialogo y a la comprensión.

"Es así como nos sometemos a la mejor experiencia humana: La conexión Real"

Como seres inocentes, alberguemos nobleza. Y esta, es la herramienta perfecta al momento de identificar el conflicto. Evitemos crear dualidad y magnificar la situación, o intentar controlarla. Un corazón noble escucha activamente, conserva los puntos objetivos, propone la resolución frente al conflicto y no teme a decir: “Esta solución funciona para ti?”, y si es que no funciona explícame por qué. Yo te escuchare atentamente.

Finalmente lleguemos a un consenso que no favorezca al orgullo, sino al corazón. Que traiga consigo la elección. Porque el ser inocente elige actuar con el corazón por delante.