“El verdadero significado de la palabra Autenticidad”

Conozcamos un nuevo significado de un concepto que suponemos es consabido. Una lección de la película “La Sociedad de los Poetas Muertos”.

Vivimos en un aula de la Academia Welton.Tan fría y demandante de notoriedad, pero carente de originalidad. Dentro de la institución, somos solo uno más entre ese cúmulo de estudiantes alienados. ¿Es así? Vamos desperdiciando nuestro poderoso verso y admitiendo las imitaciones. De esta manera permanecemos como agentes pasivos en esta sociedad. En un mundo en el que cada vez es más difícil el firme alcance de la autenticidad personal, planteamos una pregunta: ¿Qué conforma al ser Auténtico?

El personaje de Mr. Keating no solo nos da un perfil completo del ser auténtico, sino que además nos promete un viaje aleccionador con destino al crecimiento personal en todas sus facetas.

En nuestro primer paso encontramos el cimiento de toda buena construcción. El afrontar nuestras propias creencias nos convierte en seres con criterio propio. Como bien enseño Keating (firmemente encaminado por Whitman), debemos ser libre pensadores. Al seguir adelante, se evidencia que los habitantes de nuestro mundillo no sostienen ideas ni perspectivas idénticas a las nuestras. Es ahí cuando encontramos significación en las diferencias y reconocemos el valor de vivir al margen de coincidir y agradar a otros. De pronto, soltamos ese pesado libreto que nos impusieron, ¡se siente tan bien!

“Desterremos el temor y la vergüenza, para abrazar todo lo que hace engrandecer el corazón”

Conforme seguimos nuestro camino, es previsible la aparición de personajes como Mr. Nolan, quien es el típico perfil de un aniquilador de autenticidad. Intolerante y represivo ante las diferencias, atemorizador, vertical y desbaratador del espíritu innovador presente en el ser. Ante un escenario como este, que desenmascara el desconcierto y el temor, nuestra respuesta debe ser inédita y no menos trascendente. Mostrarnos fieles a nuestras convicciones, y buscar consistencia en nuestras acciones, será nuestra mejor alternativa.

Recordemos que cada día es el momento perfecto para aceptarnos, amarnos y reconocer nuestra vulnerabilidad. Descubrimos que paso a paso vamos anulando el espíritu decrepito para darle paso a un espíritu propio. Desterramos el temor y la vergüenza, para abrazar todo lo que hace engrandecer el corazón.

Finalmente contemplamos el espejo. Nos encontramos frente a un ser autentico que se afirma como persona de corazón abierto.


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